El pasado 19 de agosto se llevó a cabo esta conferencia que abarcó el fenómeno de la caza y tráfico de vida silvestre por el transporte aéreo local, regional e internacional y sobre que medidas se están tomando con relación a esta problemática. La experta invitada en esta ocasión, fue Lina Marcela Pulecio, Bióloga de la Universidad Nacional de Colombia y Profesional de Apoyo del Grupo de Gestión Ambiental y Control Fauna de la Aeronáutica Civil de Colombia.
Según como se mencionó durante la conferencia, el tráfico ilegal de vida silvestre es una problemática mundial y por supuesto nacional, en el caso de Colombia, que abarca toda una cadena de producción que incluye la caza y extracción de fauna y flora silvestre de sus hábitats naturales, el transporte local, regional e internacional, la comercialización y distribución local, regional e internacional y finalmente el consumo y tenencia; todo esto, sin dar cumplimiento a la normativa nacional e internacional que protege la vida silvestre.
Dato curioso:
Se estima que el tráfico ilegal mueve de US $ 7 a US $ 23 billones anualmente, haciéndolo uno de los negocios ilícitos más rentables del planeta.
Para el caso colombiano y como respuesta a esta problemática, se cuenta con diferentes instrumentos normativos que permiten hacer control efectivo al tráfico ilegal de fauna silvestre, como el Decreto 1076 de 2015, la Resolución 1909 de 2017, modificada por la Resolución 081 de 2018, la Ley 1333 de 2009, la Ley 599 de 2000, Ley 1453 de 2011, Ley 1801 de 2016, entre otros.
El transporte aéreo juega un rol muy importante para el tráfico de vida silvestre, especialmente porque da paso a la exportación e importación, pero también para algunas zonas apartadas del territorio nacional, con amplia diversidad de especies, es el único medio de transporte y conexión con el resto del país. Para evitar que dicha práctica se siga fortaleciendo en las diferentes regiones del país, los aeropuertos de Colombia cuentan con varias herramientas que pueden usar para identificar la fauna silvestre que es transportada; estos incluyen escáneres, revisión minuciosa de equipajes y personas, caninos, reportes de ciudadanos, reconocimiento de sonidos, movimientos y olores, escáneres de temperatura, identificación de comportamientos extraños, validación con rutas de tráfico, entre otros.
Lina Marcela Pulecio durante la conferencia enfatizó en las implicaciones que trae esta actividad ilegal, pues según ella: “A nivel de biodiversidad genera la pérdida o extinción de especies, alteraciones sobre los ciclos ecológicos en los medios naturales, deforestación, calentamiento global, entre otros”, mientras que, por el lado económico, la bióloga menciona que: “El comercio ilegal de especies genera pérdidas económicas para las poblaciones rurales que viven de su medio natural, afecta al turismo ecológico, disminuye los ingresos por impuestos al uso de los recursos naturales, entre otros”
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